¡Qué semana fuerte! El domingo pasado fui a Logroño en autobús desde Madrid. Al llegar estaba bastante nervioso por la nostalgia que me entraba al andar por las calles. La primera cosa que hice al llegar a casa de Paco era llamarlo para que me diga dónde ¡estaba el puto café! ¡Como yo no sabía que va en coche con gente de blablacar! Y claro que somos tontos por no buscarlo en la nevera…
Los primeros días estaba vagabundeando por toda la ciudad a ver cómo ha cambiado. ¡Y ha cambiado un montón! Primero, todos los Pacos se instalaron por casas muy bonitas y segundo las calles están llenos de carriles bici y hay muchas tiendas de bicis. Ha mejorado mucho más que las ciudades alemanas que círculo yo a menudo… ¡Una maravilla!
El casco antiguo sigue ser maravilloso y tenía mucha suerte porque terminaron unas obras/preparaciones para el San Bernabé en la Redonda el lunes. Ya me desilusionía que no podía verla.
Un día subimos espontáneamente a la Viana. Un pueblo al lado de Logroño que mola muchísimo. Allí coincidimos con unos jóvenes que fumaban porros en la sombra a la hora de la siesta y nos explicaron donde salía el autobús. Tomamos mucho sol y Miguel me explicó porque ya no se puede decir guiri. Yo soy guiri, tu eres guiri, nosotros somos guiris. Por cierto, decir puto café tampoco se hace, aprendía el otro día. Jaja.
Después de quemarme como un puto guiri volvimos a Logroño y comimos cada día unas tapas y bebimos unas cervezas frías por la Laurel. Al final quedaba con mucha gente y me daba mucha alegría por ver a tantos amigos y amigas. Comimos muy muy bien y me cago en la leche por la pata del pulpo de la pulpería y me sentía muy muy pijo al comer el Foie de Pato, joder. ¡Qué buena comida!
En el palillo querían convencerme que no existía la crianza del vino blanco. Por suerte conozco a un enológico, que corrigió a esa camarera inocente que me daba mucha vergüenza por no saber que no existiera la crianza blanca. Al final yo tenía razón por pedir una crianza blanca. Hay muchas informaciones fake por la calle, ¡cuidado, eh!
El miércoles ya empezaba un poco más de fiesta y no andaba solo por la calle sino acompañado por unas chicas que conocí en el embaucador. Aún era bastante difícil encontrar sitio para bailar pero al final iba a un bar de música reggaeton. Me gustaba mucho escuchar a los temazos de Rosalía Bad Bunny, hostia. Pero a las cuatro nos echaron y tenía que volver a casa ya… 😉 Hasta allí, todos los días igualitos.
El jueves al final empezaba San Bernabé y las calles se rellenaban más y la gente tenía puente y no tenían que hacer tantas cosas laborales. Es decir me acompañaban más buena gente buena. Fuimos a cenar en el beso café y a la Laurel antes de irnos al estéreo donde tocaban Mambo Jambo, un grupo de Rock’n’Roll instrumental con un saxofón y un contrabajo cojonudo. A mi me encantan más las letras pero era un gran concierto con mucha baile. <3 Por cierto, Paco, me ha olvidado el disco duro en tu casa, es tuya.
El viernes era el día final de mi viaje a Logro-deputamadre-ño. Fuimos a un concierto de este grupo que os digo que es la puta hostia. Se llaman Honey Tunes y tocan versiones de las – no sé qué años – hasta hoy en día. Pero que energía había en el aire, ¡joder! Me encanta a esa gente que me daba la vergüenza de ser en el spotlight al contar la historia de nuestra amistad al público. Pero como me conocéis ya me gusta bastante el spotlight y no me da poca vergüenza de verdad. Tenía en el pico de la lengua que se case conmigo este voz fenomenal. Y no me refiero a la fémina joder. Esas gafas de sol. ¡Dios mío! Casi dos horas de baile sin pausa y gritar las letras de Michael Jackson, Britney Spears, Backstreet Boys, Dua Lipa y Billie Eilish. Es una sorpresa que no me ha quedado sin voz. Sudamos todos como jabalíes pero nos daba igual.
Hasta la próxima, majos y majas. <3